miércoles, 14 de mayo de 2014

Ni de un repollo, ni la cigüeña: ¿DE DÓNDE NACE EL IUNA?

En el año 1996 un decreto de necesidad y urgencia firmado por Menem dio vida al IUNA. Este decreto surgió por recomendación de un organismo creado por la Ley de Educación Superior (LES) llamado “CoNEAU” (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria).

En el último Consejo Superior del IUNA se votó realizar una “Autoevaluación de las carreras” sugerida nuevamente por este organismo.

¿Qué representa esto? Que el IUNA inicia un proceso de investigación y revisión de todas su funcionamiento (unidades académicas, planes de estudio, infraestructura) para acondicionarse y poder continuar con todos los pasos requeridos para acreditar a la CoNEAU.

¿Para qué sirve la CoNEAU? El Ministerio de Educación establece como necesarias 2600 horas de cursada para considerar a una carrera como "Licenciatura”. Según el informe de la auditoría hecha a nuestro departamento en el año 2013, nuestras carreras rondan las 3600 horas de clase, es decir que tenemos 1000 horas “de más”.

18 años después de su creación, y con un porcentaje de esgresados/as menor al 1% todavía no se han realizado modificaciones de los larguísimos Planes de Estudio. Sin embargo, tampoco queremos cualquier reforma: queremos reformas que se discutan abiertamente entre toda la comunidad del IUNA y no entre unos pocos. Tampoco queremos que se sigan adaptando los contenidos de nuestras carreras a las necesidades del mercado del arte. Queremos una reforma que no sean simples recortes para “terminar más rápido” y así insertarnos antes en las esferas de los posgrados pagos. Queremos ser estudiantes y artistas críticos/as, conectados/as con los problemas de nuestro tiempo, de nuestra ciudad, de nuestro pueblo.

Creemos que la educación debe ser un derecho y que el objetivo principal de las universidades tiene que ser el de formar profesionales que puedan aportar a las necesidades de nuestra sociedad. Queremos artistas críticos que se formen como trabajadores y trabajadoras de la cultura y del arte. En cambio desde la LES se plantea como objetivo principal formar personas para ocupar puestos de trabajo en el mercado productivo. No queremos una autoevaluación que proponga la profundización de un IUNA al margen de lo que pasa en nuestro contexto, ni que siga con la mercantilización de nuestra educación y formación, ni que se piense como un apéndice ajeno a lo que necesita nuestra sociedad.

Por otro lado, frente a la gran importancia del tema, no podemos dejar de mencionar la falta de información al respecto por parte de quienes nos representan en el Consejo Superior. Y nos surge el interrogante: si no hubo asamblea previa, si no hubo un debate colectivo sobre el tema… ¿Cuál fue la postura llevada por nuestros representantes y de dónde salió?

Algo más importante todavía, creemos, es que todos y todas seamos conscientes de que nosotros podemos y debemos incidir en la decisión de la reforma de los planes de estudio (que hoy es un apto requerido para acreditar la carrera), así como en la decisión sobre conservar o no nuestra autonomía como universidad. Hoy tenemos la opción de defender nuestras carreras de la destrucción que propone la CoNEAU. Manos a la obra.
¡Este asunto está desde ahora y para siempre en tus manos!

El Vendaval
Aguafuerte+Haroldo Conti +La revancha+ Independientes

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